4 DÍAS DE CARRETERA+3 DÍAS EN CLERMONT FERRAND.
14 de Noviembre. Huelga general. Despertador a las seis de la mañana. Salgo de Sevilla. Una hora y media de coche. La autovía sin nadie. Llego a Córdoba en un periquete. Aparco sin problema. Vinen Luis y Álvaro en mi rescate. Traslado de trastos a su coche. En marcha. Seis horas de coche con parada pa mear y desayunar antes de Despeñaperros. Turnos para conducir.
Puebla Tornesa. Bar Santi. El nombre lo dice todo. Almuerzo de menú por poco dinero en un bar con calendarios de señoritas ligeras de ropa. Hay uno aquí que debe tener el brazo pegado a a la barra. Dibujo inevitable.
Más carretera.
Tenemos la esperanza de llegar a hoy mismo a Barcelona.Vamos bien de hora. De momento.
Último peaje. La cagamos. Erramos la salida por evitar los tres euros y nos vamos por la carretera de la muerte. Diez kilómetros de curvas y desfiladero, como si hubieran sido mil. Ya es de noche. Ciclista temerario. Luis suda al volante.
Por fin se aprecian las luces de la ciudad condal.
Nos equivocamos de nuevo. Nos perdemos en Barcelona. Era lo previsible. Miguel está esperando en un semáforo de la otra punta de la ciudad. Aún no sé como conseguimos dar con él.
Llegamos sanos y salvos un poco más tarde de lo que nos hubiera gustado y con cara de tortura.
Cena en casa de Lapin. Se nos quita la malaleche del viaje.
Dia siguiente: 15 de noviembre. Ya somos cuatro y no cabemos en el coche. Llevamos de todo. No hay casi opción de estiramiento. Paramos en el viaducto de Millau. Un rato con la boca abierta. Foto y arreando. No da tiempo a dibujar. Paramos otra vez. Comemos bocata.
Los otros nos han adelantao por el camino. Los autos locos. Llegamos a Clermont los últimos.
Encontramos el Polydom. A Josu, Omar, Víctor, Oscar, Lapin, Jorge, Piére… Vemos otras caras desconocidas. Saludos. Nos dan papelitos y otras cosas dentro de una carpeta azul con nuestro nombre.
Montamos el chiringuito como podemos.
Voy al hotel. Recepción cerrada. Hay un teléfono y me dan el código para conseguir la llave de mi habitación que está dentro de un sobre en una caja fuerte. Consigo acabar la gymkana y entrar al cuarto.
Cena en 1513. Me como una galette y bebo vino. Conozco gente nueva. Mauricio, su señora, la mujer de Jorge, Arturo…
Ya empieza la feria.
El primer día por la mañana me enmarronan para una mesa redonda de dibujantes españoles con estudiantes franceses. No me libro de la escuela. Los chicos son muy educados. Da gusto. Por las caras que ponen no creo que entiendan mucho de lo que estamos diciendo. Me sorprende mucho que digan de que no tienen asignaturas de dibujo en las escuelas de Francia. Pensaba que los franceses eran más listos en este sentido pero veo que esto va de mal en peor. Me acuerdo de Clara y de su lucha infatigable porque el Dibujo permanezca en el sistema educativo. Me cabreo.
Sagar llega por la tarde. Tomamos unas cervezas. En el Polydom no consigo distinguir un día del siguiente. No entiendo nada de francés y me siento estúpida. Muchos vienen al stand. Solo digo bonjour. Me aburro allí quieta y doy vueltas por mi misma planta. Las comidas son imposibles. Platos desconocidos con nombres de platos españoles. No nos atrevemos con la tortilla «ibérica». La tarta de Santiago es de quererse morir. Las cenas mejoran bastante porque hay mantel de papel y dibujamos.
Dibujo los stands de los demás. El de Josu, el de Luis, el de Arturo, el de Emdé, el de Lapin, el de Miguel, el de Víctor y el de Jorge, el de la otra chica española que viene a la feria: Juliette Pomes… Dibujo a los que vienen a verme. Dibujo a los niños y a los padres de los niños. Dibujo todo el Polydom.
Visito lo stands y encuentro a gente muy buena. Conozco gente nueva. Me río mucho. Victor gana el premio. Brindamos con champán. Dibujamos un skyline de 30 metros.
Hago algunos dibujos también fuera de la feria, aunque son bien pocos:
Dibujo la catedral de Clermont de noche. Es de piedra volcánica negra. (… como veis, puede ser cualquier otra cosa porque no se ve un pimiento). Dibujo los bares de copas que nos fueron cerrando uno tras otro, y el mantel de la cena, que lo dibujamos entre todos…
Ya es lunes 19. Salimos de vuelta. Que pronto pasa lo bueno.
Otra vez espachurraos en el coche. No dibujo nada en el camino de vuelta porque hablamos por los codos de todo lo que nos ha pasado de bueno. Llego a Sevilla con la cabeza llena de cosas otra vez.
Es mucho lo que me traigo de Clermont. Mas dibujos aquí.
Muy intenso pero inolvidable. Mereció mucho la pena.
Inma, hasta que no he leído tu crónica no me he enterado bien de lo de Clermont. Es tan buena, que acompañada de tus dibujos te hace sentir que has estado allí. Gracias.
Fabuloso reportaje. Me hace gracia lo bien que has captado en tus dibujos la expresión de las francesas que visitaron tu stand. Se las reconoce (y no me digas ahora que eran suecas :-))
Es una alegría seguirte allá donde estés.
Gracias por hacer la crónica eres una "machina". Un abrazo y lo dicho, ójala os tuviera a todas y todos en Barcelona. Al menos, siempre, nos quedará Clermont.
Yo casi que prefiero teneros a todos en Sevilla!!!!!!!
Buenísima crónica de la feria, Inma, me encantan los dibujos y más
tus comentarios. Qué grande eres !
Pa la próxima te vienes de compi de stand, no?
Se ve claramente el granulado de la piedra volcánica de la catedral… sesese… ;P
Estás hecha un hacha!! O más bien una metralleta… La cronica me ha dejao con ganas de hacerme una tilita… Qué buena!!
Me encantan todos los dibujos, pero me parto con los de los stand… los has clavao!!
El mejor es el de Jorge al estilo Sin Chan
¡Qué fiera!…respira… ¡única!. como dice shiembcn: Cojonuda¡¡¡, la crónica y la cronista.
Tendrías que haber estado tu también, una feria de cuadernos sin Clara no se entiende…
Los dibujos una pasada, vamos en tu linea, la crónica cojonuda.
La crónica es escasa para lo intenso que fue. Gracias!
Se hace uno perfectamente idea de vuestra estancia en Clermont. Muy provechoso y se agradece la narración dibujada.
Gracias Rincón.
Una preciosidad de dibujos, como siempre. Claro que valió la pena!
Se te echó en falta por allí con tu chilaba