EN LA PELUQUERÍA
No podía aguantar mas con tan malos pelos y necesitaba una solucion inminente. Ayer entre tanta gente comprando (una servidora entre los que dejan todo para el último memento) me atreví a entrar en una de las peluquerías del centro comercial en el que estaba…
En sitios como las peluquerías una sabe cómo entra pero nunca cómo va a salir. En mi caso, la cosa no fue demasiado desastrosa. Mientras esperaba mi turno tuve tiempo de hacer un dibujo con rotuladores en la libreta. FELIZ AÑO!
Lo de ser calvo parece toda una ventaja…es cierto…jajjajaja
Inma, genial tu dibujo, y si encima fue un éxito el corte, ¿qué más podrías pedir? 😉
Que felicidad ser calvo, jajaja…cada vez lo tengo más claro…
Los dibujos como siempre…preciosos, la sencillez hecha arte
GRACIAS a todos: Aníbal, deseando estoy… A ver si protito me marco una escapada… Cristina, ¿por qué no llamais cuando vengáis? Deseando estoy de veros! Hasta prontísimo!
Yo también estaba en Sevilla en una pelu, y Angie, ya verás los cambios. En la calle recogían naranjas y fue delicioso pasear.
Es genial, Inma.
Muy fresco y espontáneo!
Un abrazo
Qué chulo, Inma, me gustan mucho estos dibujos de las cosas cotidianas. Qué simpático.
Un abrazo y feliz año.
Gosto
muito
🙂
Hola guapa, hoy he descubierto tu blog, he disfrutado mucho de tus historias y sobre todo de tus dibujos. A ver cuando nos vienes a visitar jejeje. Un besote. Aníbal
Bueno Víctor: Yo también lo tengo claro… El problema es que a veces el peluquero tiene clara otra cosa diferente (o yo no me sé explicar…)… En fin, al menos esta vez la cosa ha funcionado bastante bien.
Bueno, es un tema que recurrente, en todos los que visitamos al peluquero (en mi caso mi peluquera). Afortunadamente por mi parte lo tiene fácil: corto por abajo y más largo por arriba. Nada complicado. Hubo una época que me preocupaba más por los peinados, pero llegué a la conclusión que quería, después de salir de la peluquería, al día siguiente, poder repetir el mismo peinado. Así que corto por abajo y más largo por arriba.